EL MUNDO
Buques de guerra rusos llegan a Cuba para hacer ejercicios militares
EL CORREO. Los expertos calificaron de rutinarios los ejercicios navales pero también de demostración de fuerza, ya que Washington continúa brindando apoyo militar a Ucrania en su guerra contra Rusia.
Buques de guerra rusos llegaron a aguas cubanas el miércoles como parte de una serie de ejercicios militares planificados que, según los expertos, fueron una demostración simbólica de fuerza que responde al continuo apoyo de Estados Unidos a Ucrania, y un reflejo de los crecientes lazos entre Rusia y Cuba.
El grupo de cuatro buques no representa una amenaza real, declararon funcionarios estadounidenses, a pesar de las tensiones entre Estados Unidos y Rusia por la guerra en Ucrania. El grupo incluye el submarino de propulsión nuclear Kazan y una fragata clase Almirante Gorshkov, y no transportan armas nucleares.
Los buques de guerra, que realizaron ejercicios militares antes de su llegada al Caribe, permanecerán en La Habana hasta el 17 de junio mientras la tripulación se reúne con funcionarios y visita sitios culturales e históricos, según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba.
La fragata Almirante Gorshkov, capaz de participar en guerra de superficie, utilizar misiles de ataque terrestre y defenderse de ataques marítimos y aéreos, enarboló banderas de Cuba y Rusia, según la prensa, y fue recibida con una salva de 21 cañonazos al entrar en la bahía de La Habana. Se esperaba que el submarino Kazan la siguiera, acechando bajo la superficie.
¿Los buques rusos son motivo de alarma?
El Departamento de Defensa estadounidense considera que la llegada de los buques es una actividad rutinaria que no representa ninguna amenaza para el país, según declaró una vocera. El departamento ha estado monitoreando el viaje de los barcos en el océano Atlántico, añadió.
En el viaje a La Habana, las tripulaciones de los buques de guerra que transportan misiles hipersónicos practicaron la localización de objetivos y el uso de misiles de precisión de alta potencia para simular la destrucción de esos objetivos, a distancias de más de 600 kilómetros, según el Ministerio de Defensa de Rusia.
Aunque pueda ocasionarle incomodidad a Estados Unidos, y a otras naciones aliadas, Rusia no está infringiendo ninguna ley internacional al atravesar el Caribe, aseguraron los expertos.