Odesa es el escenario de la enésima masacre de civiles en la guerra en Ucrania. Este domingo los equipos de emergencia han recuperado más cadáveres de entre los escombros de los edificios alcanzados, el sábado, por un ataque de Rusia. La búsqueda ha elevado a 12 el número de muertos, entre ellos cinco niños.
La duración de esta guerra en Ucrania, más de dos años ya, castiga en las últimas semanas a Kiev, que trata de frenar los avances de Rusia en el frente de Donetsk. Y lo hace en condiciones muy difíciles: con escasez de munición, de personal y sin perspectivas de que se reanude en breve la ayuda de Estados Unidos. Tras la captura de Avdivka el pasado 17 de febrero, las tropas rusas están ejerciendo presión en esa zona y han forzado esta semana la retirada ucraniana de las localidades de Sieverne, Steopve y Lastochkine, aunque, según el ejército del país invadido, la situación es "dinámica".