EL MUNDO
Uruguay despide a José “Pepe” Mujica entre honores, aplausos y profunda emoción popular

Montevideo. – Con miles de ciudadanos en las calles, Uruguay despidió este miércoles al expresidente José Mujica, cuyo cortejo fúnebre partió desde la Torre Ejecutiva hacia el Palacio Legislativo, donde sus restos serán velados en el Salón de los Pasos Perdidos.
Acompañado por su viuda, Lucía Topolansky, el féretro de Mujica fue cubierto con la bandera nacional por el presidente Yamandú Orsi frente al Palacio Estévez, antes de iniciar el recorrido por la avenida 18 de Julio, en un emotivo homenaje al líder político y referente moral del país.
“No me voy, estoy llegando”
Entre aplausos y muestras de respeto, cientos de militantes del Movimiento de Participación Popular (MPP) —fundado por Mujica— marcharon delante de la cureña, vistiendo camisetas negras con la leyenda: “No me voy, estoy llegando”, frase que el exmandatario pronunció al dejar la presidencia en 2015, reflejo de su inquebrantable vínculo con el pueblo.
El cortejo fúnebre realizó paradas simbólicas frente a la sede del Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros, así como frente a los locales del MPP y del Frente Amplio, coalición que también integró y lideró con firmeza.
Velatorio abierto al pueblo
El velorio comenzará a las 15:00 horas (18:00 GMT) en el Palacio Legislativo, donde se permitirá el ingreso del público general. Las autoridades no han confirmado si se extenderá por 24 o 36 horas.
Una despedida nacional
Mujica falleció el martes a los 89 años, tras una lucha de un año contra un tumor maligno en el esófago que, según él mismo reveló en enero, se había extendido al hígado. Su muerte ha generado un amplio sentimiento de duelo nacional.
“Con profundo dolor comunicamos que falleció nuestro compañero Pepe Mujica. Presidente, militante, referente y conductor. Te vamos a extrañar mucho, viejo querido. Gracias por todo lo que nos diste y por tu profundo amor por tu pueblo”, expresó el presidente Orsi en su cuenta de X.
Legado de dignidad y compromiso
Mujica, exguerrillero tupamaro, preso político durante la dictadura militar, y presidente de Uruguay entre 2010 y 2015, fue admirado en todo el mundo por su estilo de vida austero, su honestidad política y su defensa de los valores humanos y sociales.
Con su despedida, Uruguay honra no solo a un expresidente, sino a una figura ética que trascendió fronteras y se convirtió en símbolo de coherencia, humildad y lucha por la justicia.