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EL PAIS

Drama con las deportaciones

“Si me lo llevan a Haití, lo perdí”, padre de enfermo mental

  • Las autoridades migratorias han intensificado en las últimas semanas la detección de los haitianos indocumentados en distintos puntos del territorio nacional.

Wanda Méndezwanda.mendez@listindiario.comSanto Domingo, RD

Annack Florián es un hai­tiano de 71 años que llegó a la República Dominicana a trabajar en una zona cañera de Santo Domingo cuando tenía 18. Aquí creó una fa­milia con una haitiana, con la que tuvo seis hijos.

Él logró regularizar su situación migratoria en el país. E incluso, dijo que es­tá pensionado, con un sa­lario de 8,000 pesos, como trabajador cañero. Para de­mostrar que está legal sacó de su cartera un permiso de residencia permanente y cé­dula de identidad como ex­tranjero. Pero no pudo hacer lo mismo con sus hijos, que con edades de 19 a 30 años, aún están indocumentados. No han sido declarados, por lo cual tampoco han podido legalizarse en el país.

Esto le ha provocado aho­ra desasosiego a Annack. La razón es una: su segun­do hijo, de 28 años, enfer­mo mental, fue apresado el domingo por agentes de Mi­gración y llevado al centro de acogida para deportados que funciona en Haina, San Cris­tóbal.

Pasado el mediodía de ayer, Annack no sabía con certeza si su hijo había sido enviado a Haití, pero presu­mía que sí, porque cuando fue a investigar la respuesta que recibió fue que termina­ban de salir dos guaguas con haitianos.

Aun así se quedó en el lu­gar con la esperanza de reci­bir la buena noticia de que no lo habían mandado. “Si me llevan a ese muchacho a Haiti, yo diría que lo per­dí”, expresó con tristeza. Di­ce que si su hijo tuviera co­nocimiento y razón, pudiera trabajar en Haití, pero expre­só que lo único que sabe ha­cer es comer cuando le pasan la comida y acostarse. Anda con el medicamento que de­be ingerir su hijo para que no se ponga agresivo y mos­tró una caja para que se vea el nombre.

Tenía que permanecer a una distancia de alrededor de 500 metros del centro, por disposición de los custo­dias. No permiten personas muy cerca del portón que da acceso al local. Allí son lleva­dos no solo extranjeros ile­gales, sino también domini­canos que son deportados. Precisamente ayer familiares de un dominicano deporta­do de Finlandia, por asuntos migratorios, esperaban por su pariente.

Aumentan deportaciones
Residentes próximo al cen­tro de acogida, choferes y co­merciantes han observado que en los últimos días se ha incrementado la cantidad de vehículos que llegan y salen con haitianos ilegales apre­sados para ser deportados, incluyendo mujeres emba­razadas.

Son llevados al centro generalmente en la no­che y trasladados a su país en la mañana, según contaron residentes en la zona.

La posición de dominica­nos consultados fue a favor y en contra de las deporta­ciones. Una consideró que es un abuso deportar a em­barazadas, pero encontró de frente a otra, que le re­futó de inmediato, señalan­do que hay que sacar a to­dos los ilegales.

EN PUNTO
Un millón de pesos.

El Cuerpo Especializa­do en Seguridad Fron­teriza Terrestre (Ces­front) detuvo ayer en la frontera con Daja­bón, a un haitiano que intentó introducir al país de manera irregu­lar RD$1,456,000.00. El apresado es Deli­naire Pierre, quien se trasladaba en una jee­peta marca Toyota, modelo Runner, co­lor azul, placa haitia­na No.EE-00892, don­de se encontró el di­nero equivalente a US$25,679.00, envuel­tos en una funda negra. Pierre fue detenido por presentar perfil sospe­choso.

La Redacción

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