El suceso fue reportado a la Policía, que llegó a la mina Lago de Oro y constató junto al fiscal de turno, Nimer Bautista Quilla, la muerte de las siete personas.

Miembros de la Oficina de Criminalística de la Policía realizaron el levantamiento de los cadáveres, que fueron llevados a la morgue local, mientras que la Fiscalía investiga lo sucedido.