EL MUNDO
México dispersa a dominicanos y otros migrantes en su frontera sur tras nuevas reglas de EE. UU.
El Gobierno mexicano ha iniciado un proceso de dispersión de los miles de migrantes, incluidos dominicanos, que se encontraban acampando junto al río Suchiate, en la frontera con Guatemala. Este cambio se produce bajo la nueva presidencia de Claudia Sheinbaum y las recientes políticas de Estados Unidos que permiten solicitar asilo desde el sur de México.
Las áreas donde acampaban los migrantes han quedado vacías, gracias al “Corredor emergente de movilidad” implementado por el Gobierno mexicano. Este programa facilita el traslado de quienes tienen citas de asilo confirmadas a través de la aplicación 'CBP One'. Ahora, los migrantes acuden a la Oficina de Regulación del Instituto Nacional de Migración (INM) en Tapachula para obtener una Forma Migratoria Múltiple que les permite permanecer legalmente en México mientras se dirigen a la frontera norte.
Desde el 1 de octubre, cuando Sheinbaum asumió la presidencia, la situación ha mejorado notablemente. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. permite gestionar citas de asilo desde Chiapas y Tabasco, lo que ha llevado a que más de 4,400 personas sean atendidas y se hayan emitido casi 4,000 Formas Migratorias por razones humanitarias.
Las autoridades han proporcionado transporte gratuito a 509 migrantes en 14 autobuses hacia ciudades en la frontera norte, como Reynosa y Matamoros. Los migrantes provienen de varios países, incluidos Honduras, Venezuela, Cuba, y República Dominicana, entre otros.
Sin embargo, el desafío migratorio persiste. Aunque las detenciones en la frontera con EE.UU. han disminuido un 66% desde diciembre, la migración irregular ha aumentado un 193% interanual. Sheinbaum ha anunciado cambios en la dirección del INM, buscando mejorar la gestión del organismo tras incidentes graves, como un incendio que dejó 40 migrantes fallecidos.
En Tapachula, migrantes como Dany, un venezolano, expresan su desesperación por la falta de empleo y recursos, mientras que otros, como Yuveni, una migrante haitiana, han encontrado una conexión con México y desean quedarse. Ambos testimonios reflejan las diversas realidades que enfrentan los migrantes en su travesía.