EL PAIS
El tránsito en el Gran Santo Domingo se ha convertido en un verdadero desafío.
ELCORREORD-Esta situación no solo provoca frustración, sino que también impacta negativamente en la economía familiar, debido al elevado consumo de combustible y el aumento de los costos de mantenimiento de los vehículos.
Los conductores expresan que el uso constante del aire acondicionado y el tiempo prolongado en el tráfico agravan aún más sus gastos. Muchos piden ajustes en los salarios que reflejen esta realidad, como un aumento de 5 mil pesos para poder sobrellevar los costos adicionales.
A pesar de las promesas de mejorar el transporte público y construir soluciones viales, la mayoría de los ciudadanos sienten que ya no hay espacio suficiente para ampliar las vías. La saturación de la ciudad es evidente, y algunos conductores lamentan que incluso los espacios de estacionamiento se están reduciendo.
Además, la crítica se extiende a la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (DIGESETT). Muchos consideran que la intervención de los agentes de tránsito, en lugar de facilitar la circulación, a menudo genera más caos, especialmente en las horas pico. La percepción general es que las soluciones propuestas son insuficientes y que la situación del tránsito en la ciudad necesita un enfoque más efectivo y sostenible.