EL PAIS
SUSPENSIÓN Y CANCELACIÓN DE LICENCIAS A CONDUCTORES VIOLENTOS: Una Urgencia Para La Seguridad Vial En República Dominicana.
Por Lic. Leonardo Tavárez Valerio.
En los últimos años, la violencia generada a raíz de accidentes de tránsito, incluso por simples roces de vehículos, se ha convertido en una alarmante causa de agresiones físicas, amenazas y hasta homicidios en las calles de República Dominicana.
Esta peligrosa conducta, que ya no distingue entre clases sociales ni zonas geográficas, revela una profunda crisis de civismo y control emocional entre los conductores, poniendo en riesgo la vida de inocentes y generando un clima de miedo e inseguridad vial.
Como abogado y comunicador comprometido con la construcción de una sociedad más justa y segura, considero imprescindible que se adopten medidas drásticas, entre ellas la suspensión e incluso la cancelación definitiva de licencias de conducir a personas que reaccionen con violencia ante un accidente de tránsito.
UNA REALIDAD CADA VEZ MÁS FRECUENTE

Hace unos dias, estos dos hombres se fueron a las trompadas por un roce de vehiculos, lo cual era celebrado y gozado por los transeuntes quienes juchaban a los dos pedazos de animal para que se enfrentaran.
No son pocos los casos en que una colisión menor, por sencilla que sea, Incluso sin daños visibles, termina en una pelea callejera, amenazas con armas de fuego, agresiones verbales y físicas o, en el peor de los casos, la muerte de uno de los involucrados. Estos actos no sólo son penales, sino que demuestran que quien los comete carece del autocontrol emocional y del respeto por la vida ajena necesarios para operar un vehículo en la vía pública.
La licencia de conducir no es un derecho absoluto; es una concesión del Estado que puede y debe ser revocada cuando el titular demuestra conductas incompatibles con la seguridad ciudadana. Conducir, sobre todo para las mujeres, se ha convertido en un terror latente en las calles de la Republica Dominicana.
¿QUÉ HACEN OTROS PAÍSES AL RESPECTO?
En múltiples países desarrollados y en vías de desarrollo, el sistema legal contempla la pérdida de privilegios de conducción ante conductas violentas o irresponsables:
- Estados Unidos: En varios estados, como California o Florida, se puede suspender o revocar una licencia si el conductor es condenado por delitos violentos relacionados con la conducción, incluyendo agresiones luego de un accidente.
- España: La Ley de Seguridad Vial permite retirar puntos del carné e incluso suspender el permiso si el conductor incurre en “comportamientos agresivos o temerarios”. El artículo 384 del Código Penal establece prisión y retirada de la licencia por conducir con desprecio manifiesto a la vida de los demás.
- Canadá: En provincias como Ontario, los conductores involucrados en "road rage" (ira al volante) pueden enfrentar multas, suspensión inmediata del carné y cargos penales.
- Chile: La Ley Emilia y la Ley de Convivencia Vial han endurecido las penas contra conductores violentos y reincidentes.

PROPUESTA PARA REPÚBLICA DOMINICANA
La Ley 63-17 de Movilidad, Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial contempla sanciones para quienes infringen normas de tránsito, pero es necesario fortalecer su aplicación frente a la violencia:
- Reforma reglamentaria o implementación de un protocolo claro que establezca la suspensión automática (provisional) de la licencia cuando un conductor agreda físicamente a otro en el contexto de un accidente.
- Evaluación psicológica obligatoria para obtener nuevamente la licencia tras un incidente de este tipo.
- Cancelación definitiva de la licencia en casos de reincidencia o cuando la agresión resulte en lesiones graves o muerte.
- Campañas de educación ciudadana sobre resolución pacífica de conflictos en la vía pública y consecuencias legales de la violencia.
- Registro nacional de conductores violentos, que impida que personas con historial de agresión obtengan o renueven licencias sin un proceso exhaustivo de evaluación.
No podemos seguir normalizando la violencia en nuestras calles como si fuera una extensión del caos vehicular. El respeto a la vida debe estar por encima del ego, la prisa o el orgullo herido tras un roce de vehículos. La licencia de conducir debe ser vista como un privilegio que implica responsabilidad emocional, legal y moral.
Como sociedad, debemos exigir que las autoridades actúen con firmeza y que la ley proteja a los ciudadanos pacíficos. Suspender y cancelar licencias a conductores violentos no es una medida extrema, es una necesidad urgente para salvar vidas y que poseen la debida educación, conciencia y cordura necesarias que deben asumir al momento de la ocurrencia de un accidente de transito.
EL AUTOR ES ABOGADO Y COMUNICADOR
Santiago, República Dominicana.
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